Si eres mamá sabrás que hacer que tu bebé se quede dormido puede ser una odisea. Por eso, no está nada mal recurrir a los consejos de las mamás y abuelitas.
Según mi mamá, si quieres que tu bebé tenga un sueño reparador, lo único que necesitas es un poco de lechuga.
Lo único que tienes que hacer es hervir algunas hojas de lechuga. Una vez que haya hervido, espera a que el agua se entibie.
Después de bañar al bebé como acostumbras, viértele el agua de lechuga que herviste y que ya está a una temperatura templada.
Después de enjuagarlo con el agua de lechuga, seca a tu bebé y prepáralo para dormir.
Gracias al efecto tranquilizante de la lechuga, tu bebé dormirá como un angelito toda la noche.
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