Una buena comunicación es fundamental en todos los aspectos de la vida de un niño. Poder hablar con franqueza, sinceridad y transparencia es la base de la conexión íntima que padres e hijos pueden tener.
Además, una buena comunicación ayuda a tus hijos a sentirse amados y respetados, a mejorar su autoestima y a generar un buen modelo de comunicación para que lo imiten en el futuro.
Pero en ocasiones lograr este ambiente de comunicación no es fácil, vamos cansados, recibimos WhatsApps, correos del trabajo e interrupciones constantes. En este artículo te recomendamos algunos consejos, vídeos y libros que puedes consultar para mejorar la relación con tu hijo.
¿Por qué mi hijo no habla conmigo como lo hace con sus amigos?
Un padre le lanzó esta pregunta a la psicóloga Patricia Ramírez en una de las entrevistas de Aprendemos juntos del BBVA, a lo que la doctora le respondió con otra pregunta: “Cuando tú hablas con tus amigos, ¿lo haces tipo interrogatorio? ¿Qué has comido en el cole?, ¿qué tal en mates?, ¿has hecho el examen?”
La psicóloga remarcó la importancia de establecer una comunicación bidireccional. “A veces no les preguntamos a nuestros hijos por lo que a ellos realmente les interesa, si no por lo que nosotros queremos saber”. Para descubrir qué les interesa tenemos que escuchar más, opinar menos, compartir nuestras experiencias, pedir su opinión y preguntarles si quieren la nuestra. En definitiva, hacerles partícipes de nuestra vida, afirmó Ramírez.
Un libro muy recomendable para fomentar esta comunicación bidireccional es: “Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen” de Adele Faber y Elaine Mazlish.
10 CLAVES PARA COMUNICARTE CON TU HIJO
1. Escucha con atención y muestra interés por lo que dice
2. Empatiza con sus sentimientos y no supongas que siente lo mismo que tú
3. Hazle partícipe de tu vida, de las decisiones que se toman en casa
4. Pídele opinión
5. Pídele perdón cuando te equivoques
6. Comunícale en positivo
7. Muéstrate cercano emocionalmente para que no se sienta solo
8. Agradécele sus gestos, palabras o buenas acciones
9. Adapta el discurso a su temperamento
10. Hazle reflexionar, ayúdale a resolver los problemas por sí mismo
Este ambiente de comunicación no surge solo. Hay que trabajar para que se cree, se fortalezca y sea el punto de apoyo de padres e hijos a la hora de prever y tratar los diferentes problemas que pueden surgir tanto en la infancia como en la adolescencia.
Lograr este ambiente de confianza y transparencia a través de la comunicación es clave para conseguir esa complicidad tan bonita entre padres e hijos y, por ende, la felicidad de toda la familia.
Fuente:
https://aprendemosjuntos.bbva.com/
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